sábado, 24 de abril de 2010

Hipotético mail.


Hace algún tiempo una amiga me mandó una carta. Llena de rabia, despecho y otros sentimientos que tiene una chica cuando le rompen el corazón en pedacitos. Básicamente me sentí así hace unos meses -específicamente mi última noche en Venezuela- cuando hablaba con mi mejor amigo. Este post en vez de ser Epistolar. Lo transcribiré como un mail futurista. Recuerde que esto se lee desde el futuro.


Barcelona, 25-03-2012
Barbie, adorada:
Recuerdo tu rechazo. Cuando éramos jóvenes me enamoré de ti. Tú, a quien revivo lentamente cada noche de insommio, como esta. Tú, esa chica con la que pude soñar. Que me embrujó con su elocuencia vana. Lo confieso, era un niño. Mi inocencia jamás me había hecho pasar por algo así. Por primera vez me había enamorado. Me decepcioné cuando dijiste: "Eres mi mejor amigo", después de largos años sin vernos. tú, a quien le confié mis sueños adolescentes, me diste aquella puñalada directo en el alma con esa fulana frase. Ahora, muchos años despues de habernos encontrado, te lo digo de frente -obviamente por escrito- me gustaste tanto que fui capaz de bajar las estrellas por ti, si me lo hubieses pedido, de darte la vuelta al Universo entero por una sonrisa tuya si te hubiese visto llorar y dar mi vida por ti, en caso de necesitarlo.
Te confieso, adorada mía, que me casaré pronto: en el otoño del año entrante. El novio de esta ocasión, se llama Javi y es asquerosamente sexy. Su cuerpo es dionisíaco -babeo-. NO puedo esperar que vengas y lo conozcas. Dios, capaz y lo adoras tanto como yo. Hay unas cosas que me faltan toavía por hacer. Al fín mañana te veo. Parece una eternidad.

Te quiero,
Robert.
P.D: Lo sé, se oyó tan gay. Todo es cierto. Llegas a publicar esto; te quito la vida y te mato, yo te lo aseguro. Carita feliz.

A Robert, el chico que me robó el corazón y tuvo la delicadeza de volverlo a poner en su sitio, sin que yo me enterara.


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