lunes, 29 de marzo de 2010

Pre-culebra


Este es un post que consiste en imitar a Delia Fiallo y a Leonardo Padrón -escritores de culebras exitosas, televisivas y retransmitidas por todo el mundo-. Bajo el tag "culebra" escribiré las aventuras, peripecias y demás cosas por ahí en ese mundo ficcional. Qué curioso, abro el blog y me encuentro con más seguidores, hell yeah! Como diría Gustavo Cerati: "Gracias totales". Bueno, acá va lo que tengo de la culebra, basada en la vida real. Rayos, qué cliché.
La mala fortuna.

Actualmente no he sabido nada de ella. Está en varias de mis redes sociales (Facebook y msn, creo). Es mayor que yo por año y medio. Se llama Elisa*. Tiene una historia genial para contar. Para que yo pudiese transcribir esto fue necesario un espacio de tiempo de 3 meses a una convivencia de 8 horas al día. La conocí en Abril del año pasado, hice servicios en su oficina. Me llamó la atención la juventud que traslucía en una oficina de señoras. Atenta, gentil y carismática, fueron las primeras caracteristicas que la hicieron agradable a mis ojos. Empezó a decirme que tenía que hacer ahí. Ella era secretaria de la oficina, tenía que ayudarla con su "oficio". Me enseño un montón de trucos para tratar a la gente, principalmente con una sonrisa en los labios.
Un día, de mala fortuna ciertamente, llegó con la mirada velada y decaída. Tuve que presionarla para que me contara esto que a continuacion "canto".
Unos 6 meses antes ella era una chica como yo, tonta e ingenua y optimista, dispuesta a todo. Tenía 17 años y se enamoró de un tipo ahi "J". El J en cuestión, tiene -al menos- 37 años y era casado -no, no es culebra, esto de verdad pasó- dijo ante mi cara de incredulidad. Tiene 2 hijos pequeños y los adora, a pesar que tiene una cuaima, atosigándolo. El me asegura que ya no tiene nada con ella -excepto el vínculo de los niños- y es imposible de creer cuando duermen en el mismo apartamento. Creo que escuchaste la conversación que mantuvimos ayer ¿no?. Asentí. Me ha dejado plantada por uno de sus hijos que estaba enfermo. Ya lo extraño y no puede seguir haciéndome esto. Al principio todo era secreto, por aquello de ser la otra mujer. Y que mis padres tampoco se enteraran. En algún momento, su mujer nos vió tomados de la mano, a punto de besarnos. Estábamos en la parte de atras del edificio, donde creíamos que nadie nos vería. Fue a buscarme al Liceo y pasamos un rato agradable juntos, caminando por ahí. Esa mujer fue a contarle a mi mamá más ella, en un principio, se negó a creerle. J empezó a presionarme con "voy a dejar a M y hablaré sobre nuestra relación con tus padres". Empecé a notar cómo su piel perdía color a medida que iba narrándome su historia. "Yo fui, debo confesar, quien quiso que la relación se mantuviese en secreto, más el moría de ganas de gritarlo a los 4 vientos. En cierto momento, mamá me sentó y me dió una charla acerca de las relaciones, sexo y demás cosas que convienen decir para el caso: "no te metas con un tipo casado, no quiero que seas la otra mujer". Le aseguré que todo estaba bien, que ese chisme era sólo eso: un chisme que me perjudicaba. Al fin, pensaba, tengo alguien que me quiera y me proteja. Lo amo con todas mis fuerzas. De pronto, antes de mi graduación, la cosa se agravó. J sí había dejado a M y ella, despechada, fue a insultarme frente a mis padres. J, se le enfrentó y llegó antes. Le confesó a mis padres TODO lo que siente por mi más ellos asintieron y sonrieron, lo tomaron a broma. Y no pasó nada. Se quedó en Stand by, hasta que suena el timbre y viene M con su carga de furia monumental y me insulta -llamandome perra y demás-. Lo cual hizo que estallara una bomba: mis padres me dejaron de hablar y me botaron de casa. El único que entendió como me sentía fue mi tío, el hermano de mi papá, quien me acogió con todo y mis manías. Sonrió tristemente. Ahora mi mamá vive en Trujillo y mi papá vive con mi hermanito en su casa. Han aceptado pagar mis estudios y porque dije que de verdad quería ir a la universidad. Sigo con J y ellos no perdonan que sea hija de la mala fortuna, que sea la otra mujer. ¿Es increíble, verdad?. Volví a asentir con la cabeza.

viernes, 26 de marzo de 2010

Atonalidad


Este es uno de mis poemas más recientes. Escrito en alguna noche de desvelo antes de la restricción del internet en casa. Postearé este porque debo de seguir con la poesía, la parte culebrón que hay en mí como mujer no la revelaré hasta que tenga permiso de publicar esa historia. -Ire, la culebra es para ti :)-. Ya mandé a la señorita que me inspiró mi culebrón -amo esa canción de Sentimiento Muerto :)- el mail pidiéndole su aprobación. Esperemos que diga que sí y leeran esa historia que es bien cliché. He decidido escribir 2 poemas en este blog, como en el anterior. Enjoy. Ahora suena en mi computadora:"Desde mi ventana, te veo cuando pasas con la que tu crees que amas..."

Dístono
Al fin un hecho indiscutible:
musa que se calla su historia
algo para nada creíble.
Ella espera el momento,
reía por lo bajo, casi sí
esperara a la lluvia.
Como trasfondo al cuento
que nunca se ha de acabar.

Es.
La locura de las ninfas
invade nuestro cuerpo.
En la calle de la amargura
cruce con amores.
Todo lo que haces es,
simplemente, vivir.
vivir en servicio
ya no sabes si sientes.
¡Epale!, ¿Estás?
Silencio.

jueves, 25 de marzo de 2010

Poemas Universitarios


Revisando entre los papeles que llegaron de Caracas -sucursal del cielo que no llueve- me encontré con unos "apuntes" de unas clases del primer semestre en la UCV-no es por nada pero no tengo ninguna foto del "pasillo", esa foto es lo más que pude tomar-. Son básicamente versos que hice con las cosas que decían los profesores, hasta ahora, en la nebulosa de mi memoria. Probablemente, sean paupérrimos pero les daré la facultad de elegir y de criticar.

Versos tristes
A media hora de acabar contigo.
Esto debería ser un espectáculo.
Es para educarnos
nos infunde terror y compasión
del infortunio a la fortuna.
Te reconozco como un otro.
¿Dramática?
Para nada, sos impredecible.
Sos poética, encantadora y sensual.
Capaz de desenlazarte
y anudarte a tu antojo
argumentarte es difícil.
Sos clara como el lenguaje.
Debes tener una función mimética
para expresar las emociones
maravillosamente perseguido
y, quizás, contar hartas mentiras
de forma fantástica
Eres imposible verosimilmente.
A quince minutos, absurdos,
de acabar contigo.

Ya después de que hayan leido esto, no sé si les quede ánimo de leer lo que sigue.

Ninfomanía temporal.
En tu regazo soy feliz.
Sólo tu me das tanta proteccion.
¿Que es amor?
La traición a la imágen tuya.
Oh, musa, ¿por qué lloras?
No soporto el rodar de tus lágrimas
por el costado suave de tu mejilla.
Pálida, apenas un rubor
cubre tus labios, carnosos
distantes, hermosos, heroicos.
¿quien eres tú?
Eres el fruto de las experiencias
pasadas, sin pasar y por pasar;
de mis propias experiencias.
¿Te hice o apareciste?
No lo sabes, ni yo tampoco.
Lo que sé, es el instante que pasa,
el instante en que soy feliz.

Para ella, quien se llama tú, quien me lee.

lunes, 22 de marzo de 2010

Simplicidad.

A Beethoven. Bach y Bartók.

Se hace de noche. En el cielo se muestra el crepúsculo en toda su extensión y colorido. De la estación del tren bajan 2 chicas: una peliroja y la otra morena. Ambas llevan en sus manos unas maletas de extraña forma. Negras, largas y un poco pesadas. Elevan la mirada, sincronizadamente, hacia la estrella del atardecer: cerca de la luna que se perfila en el horizonte. Penélope sonrie a Anna. Al caminar unas cuadras más está la casa: la única en toda la manzana, el resto son edificios. Anna abre la puerta y un aroma a chocolate recién hecho les entra por el alma. Marié acaba de hacer galletas de chocolate y avena. En la sala, convertida en estudio, dejan las maletas cerca del piano. Un piano de cola negro, hecho en el siglo XIX. A la luz de la ventana Anna se saca la franela. Se denotan las pecas que llegan al sitio donde la espalda pierde su nombre. Tiene el torso largo y suave. Acerca una de las maletas y la abre. Saca el chelo que es marrón, de madera antigua, sus clavijas son de ébano y las cuerdas entorchadas con níquel. Saca la plica unos 10 cm. Luego, se sienta a afinar en la ventana. El chelo está entre sus delicadas piernas. Afina las cuerdas con el La 440. Una quinta más abajo, Re. Otra quinta, Sol y, la última Do. El sonido que produce es grave, grueso y penetrante a los oídos ajenos. Calienta los dedos, desengrasa el arco -también de ébano negro- y empieza a tocar el concierto de Elgar. Sus ojos brillan a cada pasada del arco por las cuerdas, la mano izquierda cambia de posición según la nota; si desafina sonríe y continúa, sólo es un calentamiento rápido.

Marié destapa el piano, quita unas partes del banco y, a continuación, se sienta en él. Estira sus muñecas y, uno por uno, sus dedos. Ella nos ha citado para una noche interminable de música de cámara. Toca unas escalas. Mayores, menores, aumentadas, disminuidas y cromáticas. Prueba los pedales, el medio se queda pegado -a veces-. Penélope saca las partes recién impresas: el trío de viola, chelo y piano por Beethoven. Las distribuye. Destapa su estuche y descubre que una de sus cuerdas se ha roto -Sol-. Saca otra, rápidamente, de un compartimiento pequeño y un lápiz. Remarca el sitio exacto por donde pasa la cuerda -para que no se rompa con la fricción- y la coloca entre el afinador -tornillo que tensa la cuerda- y la clavija. "Dame un La, porfa", se coloca la viola -Stradivarius, por cierto- y afina el La. Quinta abajo Re; Otra, Sol -tarda un poco, porque la cuerda es nueva- y la última Do. La deja sonar y el sonido se pierde por las paredes. Sonríe, mirando a Anna. Ponganse cómodas. esto va pa' largo. Abren la Sonata, la analizan página por página. Colocan numeraciones y arcadas. Marié vacila un poco al tocar la introducción de la Sonata A los pocos compases, empieza la seguridad. Forte en el forte y súbitamente piano para la entrada del chelo. Luego aparece la viola en solitario. Dulces trazos de arco sobre las cuerdas: pianissimo. Peso y presión sobre la cuerda: Forte appassionatto. Pasión es lo que está en las tres partes de la sonata. Que poco a poco eleva a las chicas y a la gente que duerme cálidamente en sus camas, llegando al final, están sincronizadas con la brisa que corre entre sus cabellos y las refrescan y, juntas, acaban de leer la Sonata, con un leve suspiro.
Recogen sus instrumentos y, finalmente, se van a la cama.

viernes, 19 de marzo de 2010

Crónicas de una bohemia.


Bueno. La historia de hoy aún no se acaba. Es, básicamente, todo lo que hice hoy. Sin mucho detalle: hoy he recorrido de Norte a Sur la Ciudad de Mèxico yo sola. Lo curioso es, que no me perdí. Pude llegar en los plazos establecidos a los sitios a donde iba -menos a la embajada, rayos-. Dentro de un rato, irè al sur, a ver cómo la loca de mi hermana hace porras. Dije que mi hermana va el campeonato nacional de porristas? Pues sì, se va a Acapulco a defender el título que ganaron aqui...

Travesía Avasallante.
9am correr hasta llegar a Vallejo -no, no es el escritor, es una avenida-. Comprar lo que se iba a comprar: Zapatos, gargajos. Correr a coger el MetroBus. Por toda la Av. Insurgentes hasta llegar a Roma -infortunadamente una colonia, no la ciudad-. Dejar las bolsas con las compras. Recoger a la niña en el centro. Llevarla a casa. Hacer almuerzo -recalentado de cosas en la nevera-.Comer.Esperar a los representantes: en diferentes estaciones del metro. Ir hasta el periférico a ver a la otra niña.Ver a las compañeras de la otra niña y ésta bailar, volar, saltar, reir y, casi, cantar -su equivalente sería hacer porras-. Buscar una ruta para regresar a casa. "Normal".

Prácticas.
VETE A LA VERGA- enfurecida y adolorida- Me lastimó la pendeja. Ya bájale, nena.

Después de un día de prácticas, antes de las primeras competencias de la temporada de porristas. En el campo hay tres equipos de diferente nivel y con distinto número de integrantes. A pesar de que compiten por un viaje a las "nacionales", ningun@ pierde la oportunidad de aprender algo nuevo. Algunos integrantes estiran mientras los otros descansan viendo alguna rutina del otro equipo: se animan -por extraño que parezca- mutuamente. Gritando sus porras al ritmo de la musica saltan, brincan, bailan,hacen volteretas y saltos mortales -en el aire, hacia atrás y con varias vueltas- sin perder la sonrisa ni la cuenta. Son agotadoras las rutinas, todo depende de la dificultad que ésta lleve. "Celebration, we're gonna celebrate". Para todas estas personas -sí tambien hay chicos incorporados a los equipos y no deben de ser gays- las porras son su pasión, hacen catararsis al ritmo de la rutin. No importa cómo lo único que les importa es "Beat it all" con todas las ganas y la perfección de las que son capaces. Marcan con los entrenadores y luego la hacen asombrosamente bien. Formación, "va" y empieza la rutina. las chicas del equipo que usan el escenario, estan coordinadas y el entusiasmo les inunda el rostro bañado en sudor de esfuerzo. Las hay en todas las gamas de colores y tamaños: morenas, rubias, pelirrojas, altas, bajitas, con lentes, sin ellos, delgadas y gorditas: haciendo que se vean lindas en el esfuerzo. Terminan en una pirámide: las chicas más grandes sostienen a las más chicas y éstas sonríen adoptando formas que desafían el equilibrio. Salen y entra el equipo al que yo fuí a ver, en comparación con el anterior son menos integrantes y cada integrante es fundamental de la rutina. "Vikingos ISEC, vamos a gritar". Voltereta más y salto de chico. Elevación en V. Volteretas en el aire. Contoneo de caderas y sonrisas. Morenas, altas; bajitas, todas en colores brillantes. Gritos, giros. y terminan en una formación totalmente distinta a la que empezó. Entra el equipo de los profesionales: la UVM -Universidad del Valle de México- quienes son muchísimos chicos y chicas que bailan tremendamente bien. Chicas que hacen elevaciones en los hombros de los chicos. Pirámides combinadas, las chicas más bajitas están en la punta de la torre de 3 pisos. Estrellas, Carpas en V, baile coordinado. Dios. Son Increíbles. "My dream is to fly, over a rainbow..."
A Vero y a Irene. A Luis.

Acá dejo el link para que vean cómo ganaron la regional XD
http://www.solidmedia.mx/online/df-39.html

miércoles, 17 de marzo de 2010

Crónica de una bohemia.


Sección nueva. Yupi. Bajo este título escribiré aventuras literarias literalmente, basadas en experiencias lo más reales posible. ¿Se entiende? He aquí la primera crónica: un viaje por el metro de Caracas a las 7am. Quien sepa cómo es semejante odisea, entenderá perfectamente de qué estoy hablando aca.

Paseo.

7:00 am. Ella cierra la llave de la ducha, se saca el exceso de agua del cabello. Envolviendo su cuerpo con la toalla, sale y se mira en el espejo. Con la mano remueve el vapor condensado en el cristal y mira su reflejo que le devuelve una mirada llena de vida. Ella es el tatuaje que lleva en el antebrazo: una sirena. Con el cabello negro que le llega a la cintura ensaya poses masculinas, mientras conversa con el tubo de crema dental. Ensaya voces, posturas: prueba voces de amigos suyos, cómo se mantienen de pie -alguna vez con un cigarrillo en la mano, un libro o una reseña fresca de alguna revista literaria-. "La literatura siempre miente", proclamaba Vargas Llosa -repite con convicciòn-, "La literatura no se ha hecho para los ignorantes" exclamó en una clase magistral SM. Ja! Disfrutenlo, chic@s. Twittea al llegar a su laptop: "La desacreditación es magistral como el lavatrastes argentino". Abre la ventana, por fortuna, no hay ningún vecino viendo por la ventana. Deben de estar camino a sus trabajos y agobiados por el cruel tráfico que se estaciona por las calles congestionadas de Caracas. Eso y el calor que provoca salir desnudo a la calle, ver las cicatrices de una ciudad que se hacía llamar la "Sucursal del cielo" cuando lo único que es -hoy- un horno sofocante. Como cada mañana, elige de sus pocas prendas cómo disfrazarse hoy. No hace sol, al fin. Pantalones largos y bufanda, es la combinación estelar. Poco maquillaje, cabello suelto. Alimenta a los peces antes de irse, coloca su máquina en su bolso, pasa por el acuario y cierra la puerta con doble llave. Camina hacia el metro y escucha por primera vez el canto de un cristofuè encima del sonido del tráfico. Entra al metro Miranda -antes Parque del Este-, pasa el torniquete (Dios, me quedé sin ticket, recordatorio: comprar los tickets estudiantiles) y entra en el vagon por puro milagro; se oye en la radio: "Se les informa a los señores usuarios que el sistema presenta un leve retraso en estos momentos. Por favor utilice transporte superficial", Se cierran las puertas y ella se da cuenta de donde se encuentra: encerrada en un vagón plagado de gente que respira, se mueve y se queja. "Como si los quejidos movieran al mundo". Probablemente esta semana arranque mejor, piensa, mientras siente los empujones de la gente que 'trata' de llegar a tiempo a sus oficinas.
Dedicado a Daniel y a Patricia.

sábado, 13 de marzo de 2010

Pour elle.

Quien lea este poema entenderá lo que pasa por mi cabeza cada vez que hablo con dos o más musas. Bueno que ellas me hablan a mí, sería lo más exacto. Cada vez que una persona de la que quiero aprender, que me interesa, que me conoce y me echa de menos. Quien está o no pensando en algo mientras lee. Quien, ante todo, se entrega al placer que ofrece la lectura sola y en público. Está dedicado a ese lector trasnochado, con su café en la mano, que lo hace despacito y saboreando cada palabra hasta desentrañar el misterio que estas, las palabras, representan en sí mismas. Te lo digo, tú, es para vos. Sòlo para vos.

Ella es la rosa que sale del rosal,
la aceptas con espinas y todo.
Ella es el chocolate caliente,
en la olla y ardiendo.
Ella es la más bella de las joyas
de un reino decadente.
Ella es el trino del ave
libre por la corriente
de la urbe cosmopólita.
Ella es la locura enraizada
firmemente en las imágenes
que se leen a toda voz, a medianoche.
Ella es la espía nocturna
que, con convicción, toca
y piensa como siente.
Ella es quien lee.
Ella es quien siente.
Ella es a quien se le dedica.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cuento para Eros


Este es un cuento escrito para una musa. Su nombre me lo reservaré. A vosotros, quienes lo han leído espero que les guste -otra vez-. Lo único que debo añadir: los nombres han sido cambiados para protección de identidades.

Musa and company.

Mi nombre es Ariadna. Tengo 18 años. Siempre me han gustado los chicos, de preferencia músicos de renombre o bohemios. Hace un tiempo conocí a una chica; mi vecina. Se llama Beatrice. Es de ascendencia brasilera: sus curvas son deliciosas. Debo admitir que me enloquece. Es la primera mujer -tiene 20 ya- que ha jugado con mis sentimientos. Escribo "jugar" porque ella es bisexual: tiene una relación con Xavier, mi mejor amigo. Amigo con beneficios carnales. Ellos se mantienen unidos gracias a ella. Lo acosa, le excita y lo deja para concentrarse en mí. No mentiré: me encanta que me bese y me manosee, solo que no es suficiente para mí. Xavier está claro, sabe perfectamente que ella juega conmigo y no puede hacer nada al respecto.

Cierto día, en mi apartamento, estábamos Xavier y yo solos. El moría por "portarse mal" conmigo. Tuvimos que atravesar una situación semejante hace un año y fue -en cierta medida- sabroso. Esta vez, después de tantos besos apasionados, mordidas y palabras sucias, no pude hacerlo con él. Apareció en la bruma de mi memoria la imagen de Beatrice y me detuve, mientras él me besaba entre mis senos sin sostén. Por casualidad de la vida suena el teléfono: era ella. Le pedí a Xavier que se detuviera: tomé un respiro y contesté. Ahora que lo pienso hubiese sido mejor que no contestara, ella me enardecía rudamente; haciéndome recordar la intensidad que tuvimos la noche anterior, cuando estábamos en una fiesta. Con sus labios exploró todo mi cuerpo, al menos todo lo visible, y me arrastró hacia un rincón obscuro, la verdad no recuerdo si tuvimos sexo. Desperté en mi casa sola, con las sábanas revueltas y un aroma diferente en mi otra almohada. Al final dice que tiene ganas de verme, que es urgente o algo así. Le digo que está bien, que baje a mi casa, sin problemas porque estoy sola. Xavier no quita su rostro de mis senos, debo de admitir que la idea de tener un menage-a-trois me excitaba y repelía al mismo tiempo, lo cual me ponía en una situación incómoda. Por un lado no sabía cómo reaccionaría Beatrice al vernos a mí a Xavier en esta situación y, por el otro, necesitaba matar mi morbo. Perder lo que hacía con Beatrice, era un riesgo que no iba a tomar. Sonó el timbre, me coloco una remera y atiendo la puerta. Ella me mira raro, debe ser porque tenía el cabello revuelto. ¿Qué hacías? me pregunta. "Jugaba" con Xavier, le respondí. Ella me besa el cuello sin más remordimiento que el mío. Siento su lengua -incluyendo el pirsin- bajar desde la parte de atrás de mi oreja hasta mi clavícula. Xavier, encarpado, aparece y le desabotona el pantalón. La penetra sin más y siento su aliento entre mis labios mientras me besa y gime. Aterrizamos en el sofá. Ella y yo nos turnamos mientras dura la erección de Xavier. Ambas encontramos un ritmo pegajoso que duró un buen rato. Xavier acaba poco semen. Ella, insatisfecha, empieza a masturbarse con mi mano. Acto reflejo: hago lo mismo con la suya. Frotando su clítoris, gimo fuertemente. Me silencia usando su lengua. Llegamos al mismo tiempo, bañadas de sudor, semen y sangre, le beso los senos, el cuello y entre sus piernas. Me di cuenta que tiene un lunar al lado de su ombligo, lo beso también. Xavier vuelve a acabar en mi espalda y éste rueda hasta mis rodillas, Xavier lo restriega y me lleva al baño, en vilo casi. Me penetra salvajemente mientras cae el agua de la ducha, después de 2 orgasmos cortos acabamos y escuchamos a Beatrice hacerlo igual. El agua fría se lleva todos los líquidos segregados: su semen y mis fluidos vaginales. Beatrice se nos une en la ducha, fugaz y relajante.

Hola, me llamo Ariadna y soy adicta al sexo con más de una persona.

martes, 9 de marzo de 2010

Wonderful world

El título debiera ir entre signos de interrogación. Debo ir a revelar mis fotos, primero que nada. En este post de cumpleaños pondré un poema que me ha encantado es de maría virgina Ocando
Las lápidas al menos se lloran,
pero qué se hace con una película
en pause
la hora de la cena todos los días,
el televisor prendido en las noticias,
la vecina sacándole comida al perro,
barriendo la acera de la entrada
Tengo la esperanza puesta
en las colas de bancos,
y los libros malos
En la vida
nada que sea realmente importante
llega cuando prende en la pantalla
el número de tu ticket.

lunes, 8 de marzo de 2010

Tinte barroco. Inaguración


Este cuento está inspirado en un pesadilla larga que tuve -alrededor de una semana-, no hace mucho. La historia es simple. Se puede leer de una sola sentada. Lo dedico a los panas de la cafetería literaria. Especialmente al Cap. Barboza y a Karenina, fuentes de inspiración -aparte de las pesadillas-.

Tinte Barroco.
Ella está frente al espejo. De tres caras, de cuerpo entero. Se observa todas las facciones detalladamente: el contorno de los ojos negros brillando con la poca luz que entra; la comisura de sus labios finos, sin color; la aún tersa piel de las mejillas antes durazno, ahora marcadas por la senectud prematura. Cada cara del espejo le muestra una máscara diferente de si misma. Nota como el tiempo pasa en su piel casi gastada, de flor a punto de expirar, en el espejo de la izquierda. La cara está mostrándoselo en un futuro no muy lejano. Profanando e hiriendo está su mirada, viendo su perfil enmarcado en dorado, con ribetes cincelados circulares y en espirales que caen sobre la superficie del cristal, tan tieso y brillante que hace daño a la vista. Con una tristeza exagerada aguándole los ojos, voltea hacia el frente. Desde esa cara, se observa una liquidez en sus facciones, hace un análisis detallado de sus piernas, largas;firmes; casi dignas de veneración. Deja caer unas lágrimas saladas en la tersa piel de sus muslos cuando descubre unas espigas rojiazules fuera de su lugar, dentro de las costuras que marcan su piel. La luz que entra por el ventanal redondo, hace más brillante la gota que se escurre lentamente desde el muslo hasta la pantorrilla y llega al suelo, nutriéndolo de una melancolía por la velocidad que podía alcanzar mientras caminaba. Sufre constantemente al intentar asentarse sobre las plantas de sus pies. No responden a sus estímulos cerebrales, llora aún más amargamente, al sospechar la rigidez de ellas, dormidas, simulando estar muertas. La gente que pasa a través de su ventana siente conmiseración ante sus gemidos cada vez más audibles, entreviendo su orgullo, su ira, su frustración, el desengaño de estar sentada en la misma posición, sola de frente al espejo mágico que muestra su futuro, su pasado y su presente. Asimismo, este pasado habla. Sobre lo que conforma su frágil espíritu y la felicidad que corría por sus venas. Ocupa casi todo el espacio de la cara. Su sonrisa vista desde afuera parece falaz. Le recorre un estremecimiento de pies a cabeza, está henchida de placer. Una lágrima asoma por sus ojos, ahora cerrados por la contemplación -una y otra vez- de ese recuerdo que no le produce sensación alguna en sus piernas, un rato dormidas, simulando correr como si estuviese huyendo del horror que ahora vendrá, consecuencia directa del anterior; ya sufrido; sin superarse aún. Convulsiona en su desesperación, chilla, recordando lo que ha visto en el espejo. A su derecha aparece el innombrable, secustrador de su alegría, sus sueños y su vida en el mundo. Es levantada por un enmascarado que , sutilmente, se hace dueño del interior y exterior de sus tesoros, sus maneras le cosen la boca en una linea similar a la que se abría paso entre sus piernas. Se desmayó por el orgullo horadado y muere su esperanza de algún día caminar de nuevo. Expira en los brazos del enmascarado, que soy yo mismo. Quien narra esta historia.