lunes, 14 de junio de 2010

Transnacional. Yvyanna Jiménez.

Esas letras son geniales. La chica que se llama así, es una chica que se concentra para lograr lo que quiere. Casi cualquier cosa, imagino. Cuando la conocí, nunca pensé que escribiría poesía. Siempre me la imaginé haciendo microficciones o quizá terror del bueno. Hace poco leí unos poemas de ella, metafísicos, extrasensoriales, incluso. Son geniales. Según la persona que la conoce mejor que su mamá -de pana, no hay nadie que nos conozca mejor que ellas-, "ha establecido pactos de amor con la literatura, pacto de amor que ha ella le he escuchado llamar constantemente “pactos ficcionales”. Pero yo creo que es más que eso, o tal vez la fonología de la palabra ficción o lo que el lenguaje usual hace que nosotros identifiquemos semánticamente como un pacto ficcional inmediatamente después de que leemos o escuchamos esas palabras no dan fe a lo que ha hecho ella con la literatura". Y yo, humildemente, no puedo refutar o afirmar, algo más allá de esto. Él ya lo ha dicho todo, al menos todo lo que hay que decir sobre ella. Espero que no.

Esta chica me ha sorprendido cada vez más en lo que a poesía se refiere. Aquí está lo que ella escribió:

Ausencia

Ausencia, ausencia
ausencia ausente
cómo logra herir tanto
algo que no está presente,
cómo duele oir silencio
de algo tan inexistente,
cómo el sueño causa encanto
y desencanto estar consciente.
Sin mirarte, sin tenerte,
sin sentirte, sin conocerte,
sabiendo que en algún sitio estás,
un sitio no aquí, un sitio distante,
tal vez en un tiempo diferente,
tal vez incluso en un tiempo atrás,
tal vez simplemente nunca,
tal vez solamente jamás.

Gracias, señorita, por permitirme leerte. Gracias, asimismo, a Iván por ser su mejor amigo y enseñarme cómo comprender a la señorita arriba mencionada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario