Desganada, triste y sin sonreír granada y mala. Equilibrio cruzado de tus piernas. Truncado el saludo fulminados todos con tu mirada de ojos grandes sin pegotes negros. Me miras una vez sonreí discretamente la luz reflejada en tu rostro que hizo girar mi cabeza en tu dirección, anhelando tocar tu cabello oscuro que tantas objeciones causara.